Van der Hagen protestó contra los duros modos de los administradores, que querían el monopolio del comercio del clavo, y estaban dispuestos a luchar contra sus competidores españoles, portugueses, asiáticos o ingleses con el fin de conseguirlo.
Finalmente ambos consideraron que podría ser injusto e imprudente excluir a los comerciantes asiáticos de las Molucas por la fuerza, ya fueran chinos, malayos o javanesos.
Al conversarn, Steven descubrió que cinco comerciantes de Amberes viajaban a España en esa nave.
Por razones de seguridad, Steven no utilizó su apellido para que nadie le pudiera relacionar con su conocido tío.
Steven se quedó durante dos años en España, hasta que consiguió hablar bien el idioma.
En el camino se quedó con un pastor, quien le ofreció leche y queso de cabra.
Ya en Jerez, Steven conoció a García de Ávila, que le dio alojamiento en su palacio.
En 1578 España entró en guerra con la Berbería y un buen número de barcos neerlandeses lucharon a su favor.
Afortunadamente logró volver a Hoorn y en 1589, se casó en Ámsterdam con Stephania van der Made, en una ceremonia civil.
El 21 de septiembre los barcos llegaron a Goa y un mes más tarde estaban en Calicut, la ciudad del Zamorin.
Luego partió hacia el mar Rojo para entablar negociaciones, y en 1615 viajó a los estrechos de Malaca.
[17] En 1620 Van der Hagen estaba viviendo tanto en Slot Zuylen, a orillas del río Vecht como en Bleyesteyn.
Honran su memoria algunas calles en los Países Bajos, en las ciudades de Róterdam, Amersfoort y Den Helder.