Para ir desde León a Sosas hay que tomar la autovía AP66 de Asturias en dirección norte, a unos 6 km de León, y recorrer por la misma 28,4 km, hasta La Magdalena.
Su entorno próximo lo constituyen elevaciones de más o menos altitud y extraordinaria belleza, conformando un paisaje idílico surcado por un laberinto de caminos y senderos que a veces se pierden en la espesura del matorral.
La elevación más importante es la imponente mole de Cueto Agudo o “Pico Pelao”, cuyo vértice geodésico alcanza los 1.883 m s. n. m. de altura, que proyecta su espectacular silueta en el horizonte.
Hubo en el pueblo tres molinos hidráulicos para la molturación de cereales, especialmente centeno, pero solo se conserva el de "El Campo del Río" gracias al interés y celo del convecino Maxi de la Calzada, quién lo restauró, puso en funcionamiento y convirtió en una atracción turística.
En casi todas las casas se conservan utensilios y aperos ancestrales para las labores agrícolas que, juntos, podrían configurar un pequeño museo etnográfico.
Ahora desgraciadamente su población ha ido a menos por causas diversas; contaminación, furtivismo, caudales escasos en épocas de sequía, etc. Que se tenga constancia, la época de mayor esplendor demográfico debe situarse en torno a la segunda mitad del siglo XIX.
Los datos más antiguos de los que se dispone son del año 1797, cuando el pueblo contaba con 96 pobladores.
Este lugar, como tantos otros, ha sido azotado por el abandono de sus gentes y en la actualidad apenas quedan entre 8 y 10 vecinos, en las veintitantas casas de las que solo están abiertas todo el año 4 o 5.
El pueblo es gobernado por la Junta Vecinal, encabezada por el alcalde pedáneo y dos miembros más.
Cuando la vecindad fue más numerosa el Alcalde llamaba a Concejo mediante nueve toques con la campana grande, espaciados en tres bloques de tres, en cuyas reuniones se acordaban democráticamente las labores comunitarias y de interés público a realizar.
En otros tiempos se organizaban reuniones en bailes con grupos de casados, mozos y chabales, sobre todo en las fiestas de Navidad y Carnavales, amenizados a los acordes de la música del instrumento típico que era la "pandereta", que volteaban con arte y salero mujeres expertas en su manejo.
Hubo también en el pueblo grandes virtuosos del baile de "la jota", tales como el difunto Angel, Elvira, Mary López, Maruja...
Los salones de baile eran grandes cocinas antiguas que servían para todo.
Por Carnavales se celebraban los desfiles de disfraces, que recorrían el pueblo haciendo acopio de chacina, huevos y algún dinero para organizar la función-cena y el correspondiente baile.
Tras una solemne misa con procesión por las calle del pueblo (tradición que aun perdura), tenía lugar un campeonato de bolos, en el que se disputaba un valioso trofeo y, para sacar o recaudar fondos para todo tipo de gastos, tenía lugar una rifa con importantes premios.
Así mismo competíamos en juegos autóctonos tales como "la calva", "la bigarda", "la tusa" y el "manro".
En la que se elaboran exquisitos manjares como morcillas, chorizos, lloscos (botillo) y otras delicatessen.
En la segunda mitad del siglo XIX funcionó una pequeña factoría o mini-batán textil, impulsado por la única energía que había, la hidráulica, en el que se manufacturaban estambres y paños, muy apreciados para la confección de sayas de estameña y escarpines, indumentaria propia de la época.
El escarpín es una prenda de abrigo que cubre el pie y la pierna, con una generosa botonadura lateral.
Esta labora agrícola solía estar rodeada de un "glamour" un tanto festivo.
En la actualidad solo se dedican pequeños espacios para el cultivo de patatas y verdura.
El ganado vacuno pastaba en las verdes praderas de "EL Cumbral" y con semejante nutrición no cabía esperar más que productos excelentes.
Participó en varios concursos literarios organizados por la Academia Mariana de Lérida, donde alcanzó un señalado éxito en el año 1923, con el trabajo titulado "Estudio crítico-exegético-mariano del pasaje de San Lucas 2,42-51, relativo a la pérdida y hallazgo del Niño Jesús en el Templo", publicado bajo el título "La Mediación Universal de María".que por obtener el primer lugar mereció los honores de su publicación por separado y más tarde en la Revista "España y América", con singulares ampliaciones.
En este contexto merece hacer mención del protagonismo que tuvieron los PP.
En consecuencia la deshispanización en Filipinas, ya había comenzado al principio de la dominación americana, salvo un periodo de inflexión entre los años 1935-1946, a partir del cual la identidad hispánica pasaría a ser residual, por lo que la enseñanza se impartía preferentemente en el idioma inglés, entonces sus superiores decidieron enviarle primero a Australia, donde permaneció los años 1927-1929, a fin de imponerse en la lengua inglesa, que es la segunda lengua oficial, la primera es el tagalo.
Más adelante durante los años 1932-1934 fue enviado a la Universidad Católica de Washington, donde se graduó en Bellas Artes.
Luego pasaría el calvario de la devastación que trajo consigo la II Guerra Mundial y la dominación japonesa.
Las bombas americanas destruyeron el Colegio salvándose solo el edificio Urdaneta Hall, y los japoneses asesinaron a alguno de sus más cualificados profesores, el trágico año 1945.
Allí continúa los estudios humanísticos hasta 1925, año en el que se traslada a a Valladolid en cuyo Real Colegio realiza el Noviciado (20-7-1925) y emite los primeros Votos (21-7-1926), depositándolos en manos del futuro Obispo de Teruel P. Anselmo Polanco.
Dedicó su vida por entero a la enseñanza en las áreas de Sociales y Geografía e Historia.