La población es escasa y muy variable en función de la época del año.
La actividad local se centra en labores agrícolas y ganaderas por parte de los residentes habituales pero en el caso de veraneantes o residentes esporádicos ésta cambia hacia el turismo y actividad social, con amplias tertulias sobre aspectos de la actualidad o eventos relevantes de la zona.
Ambos tienen como punto de encuentro los pilones para abrevar el ganado y recoger agua potable.
Otra característica singular de esta pintoresca población es la abundancia del apellido Bardón, presente en la práctica totalidad de las familias.
A nivel genealógico se puede dibujar un completo diagrama de las relaciones con poblaciones cercanas, como Manzaneda de Omaña, Salce, Abelgas o Sosas del Cumbral, con relaciones de parentesco fruto de los trasiegos debidos al pastoreo o labores agrícolas entre dichas poblaciones.