Sopa burgalesa

[2]​ Es una sopa tradicional de la cocina burgalesa que se prepara en los meses invernales y se sirve caliente.

Esta sopa se elabora con pequeños trozos de cordero (cortados en tamaños de piñones denominados jigotes), que son inicialmente tostados en una sartén que tiene manteca de cerdo fundida.

Suele añadirse un caldo hasta que se reduzca a la mitad de su volumen.

Tras ello se añaden unas colas de cangrejo.

Algunos autores recomiendan acompañar la sopa con vino blanco de Rueda.