Sofa significa guerrero en el idioma Mandinka, que era el lenguaje común en África occidental antes de la colonización.
Fueron importantes tanto en la formación como en la extensión del imperio de Malí, durante el siglo XIII y el XIV.
Según Ibn Battuta y otros viajeros que visitaron el imperio durante su apogeo, el ejército tenía 100.000 sofas a disposición de los mansa.
En los bosques del imperio, la caballería se reducía al mínimo, convirtiendo a los sofas en el instrumento de guerra por excelencia.
Debido al papel protagonista de la infantería en estas batallas, los sofas estaban equipados con dos carcajes.