Desde su unificación en 1871, el Imperio alemán había caído en una espiral de militarismo y expansión territorial que pretendía situar al país entre las mayores potencias mundiales del momento, en pie de igualdad con los imperios británico y francés.Desde Kiaochow, los alemanes extendieron rápidamente su influencia al resto de Shandong y construyeron un importante puerto militar en Tsingtao, que se convirtió en la principal base de la Kaiserliche Marine en el Pacífico y el lugar desde donde se dirigían las colonias alemanas menores en Oceanía, como las Marianas recién adquiridas a España en 1899.Así, los británicos conquistaron Weihaiwei, los rusos Lüshunkou (conocida en Occidente como Port Arthur) y los franceses Kwang-Chou-Wan.Ésta se reforzó aún más tras la victoria japonesa en la guerra contra los rusos de 1905, que expulsó a estos del mar Amarillo y dio la bienvenida a Japón dentro del club de las grandes potencias.En el puerto permanecían algunas naves obsoletas entre las que se encontraba el crucero protegido austrohúngaro SMS Kaiserin Elizabeth, cuya tripulación luchó en tierra junto a las tropas alemanas.Además, el ejército japonés y sus tácticas de combate eran un completo misterio para los alemanes, que nunca se habían enfrentado a ellos, y no había manera de saber si en ese momento optarían por un asalto anfibio directo o un asedio convencional desde tierra.Durante la tensa espera que siguió al bloqueo del puerto sin que se iniciasen los combates, comenzaron a proliferar todo tipo de especulaciones y rumores entre las filas alemanas, totalmente aisladas del exterior.Por lo general, estos se decantaron del bando japonés, pues estaban descontentos con la prepotencia mostrada por los alemanes desde que invadieran la zona 17 años antes.La información que brindaban a los alemanes acerca de las bajas japonesas era siempre exagerada.El combate, prácticamente a oscuras, se saldó con la muerte de 24 japoneses y 6 alemanes.Los alemanes emprendieron un nuevo contraataque el 2 de octubre, enviando 3 compañías para comprobar la situación.No fue el único revés para los aliados: dos días más tarde, el viejo destructor alemán S90 rompió el bloqueo aliado sobre el puerto al lanzar un torpedo contra el crucero ligero Takachiho, hundiéndolo y escapando en busca de otro puerto chino en medio de la noche.El 22 de octubre 80 soldados alemanes dirigieron un último ataque sobre las filas japonesas, pero fueron fácilmente repelidos.Tras intercambiar disparos con una patrulla de reconocimiento japonesa, Meyer-Waldeck decidió que las tripulaciones del Jaguar y el Kaiserin Elizabeth (que ya no podían hacer gran cosa en el mar) tomaran tierra y se sumasen a la defensa en las líneas.El desconcierto desatado en las filas inglesas fue aprovechado por los alemanes, que les causaron 8 muertos y 18 heridos antes de hacerlos retroceder.Para entonces buena parte de las fortificaciones alemanas estaban en ruinas y era obvio que el desenlace se acercaba.Para la mañana del 7 de noviembre, los británicos y japoneses ya controlaban Tsingtao.Por su parte, los británicos tuvieron sólo 16 muertos, mientras que los japoneses fueron los peor parados con 3 naves hundidas y más de 700 caídos.En los días siguientes se produciría la fácil ocupación de las últimas colonias alemanas en la zona como las islas Salomón, las Marianas, Carolinas, Palaos y Marshall, en su mayoría por fuerzas japonesas.
Línea defensiva alemana.
Soldados japoneses en Tsingtao.
Edificio de Tsingtao, con daños en su fachada por
esquirlas
de un obús japonés de 280 mm.