Las tropas romanas estaban dirigidas por Vespasiano y su hijo Tito, ambos se convirtieron más tarde en emperadores.[2] La exploración arqueológica ha encontrado vestigios que se extienden desde el comienzos del período helenístico (siglos IV y III a. C.) hasta la época romana.Tras varias jornadas de lucha intermitente en las que los defensores realizaron incursiones exitosas contra las fuerzas romanas, Vespasiano decidió continuar con el sitio y esperar.Este fracaso indignó tanto a los atacantes que continuaron bombardeando el muro durante toda la noche.Cuando el asedio cumplía 47 días y la altura de la rampa sobrepasaba la muralla, un desertor judío reveló a los romanos la desesperada situación que se vivía en el interior de la ciudad e informó también sobre un detalle que resultó crucial para el desenlace final.Al amanecer del día siguiente, el 20 de julio del año 67 d. C., un grupo de romanos, probablemente dirigidos por el mismo Tito, escaló sigilosamente los muros, atacó y mató por sorpresa a varios centinelas y logró abrir las puertas, dejando vía libre a todo el ejército romano.