En el siglo XVIII, los carriles de hierro fundido ya habían entrado en uso y también tenían agujeros para permitir fijarlos a un soporte.
[2] En la década de 1820 comenzaron a producirse los primeros rieles laminados inicialmente con perfil en forma de T, lo que requería para sostenerlos verticalmente utilizar soportes, asegurados primero mediante piezas de hierro (lo que a veces causaba que el riel se rompiera cuando se forzaba) y más adelante con cuñas de madera, que se convirtieron en el estándar.
[3] En la década de 1830, Robert L. Stevens inventó el riel 'tee' (soporte) con pestañas inferiores (en realidad, una viga con perfil en I distorsionada), que tenía un fondo plano y no requería utilizar soportes de hierro.
Finalmente, el riel en T con pestañas en la base se convirtió en un elemento común en todos los ferrocarriles del mundo, aunque todavía se mantuvieron diferencias en los sistemas de fijación utilizados.
Con menos frecuencia, el clavo puede estar bañado en plata u otro material precioso.
En 1982, los clavos seguías siendo la fijación de carril más común en América del Norte.
[10] : 455, 581–2 En trabajos localizados, los clavos todavía se introducen en las traviesas de madera martilla con una maza especial parecida a un pico, aunque este trabajo manual ha sido reemplazado en gran medida por herramientas hidráulicas[12] capaces tanto de introducir clavos como de extraerlos.
[18] El término dog screw es un nombre comercial con el que en ocasiones se denomina a los tirafondos en inglés.
[19] Los tornillos de anclaje son pernos roscados, normalmente de cabeza cuadrada o hexagonal, que se insertan a través de un orificio practicado en una traviesa, y que se sujetan por su otro extremo mediante una tuerca con las caras dentadas, diseñadas para hincarse en la superficie inferior del durmiente.
[28] Para introducir los clavos se utiliza el martillo clavador, un tipo de martillo especial con las dimensiones parecidas a las de un pico, pero configurado con una cabeza larga y estrecha para poder acceder con precisión al escaso espacio existente entre la cabeza del clavo y la parte superior del carril.
[35] Originalmente, se empleaban unas piezas clave de hierro para encajar a presión el carril en las mordazas verticales paralelas del anclaje; pero posteriormente fueron remplazadas por cuñas completamente de madera.
[37] Los anclajes se fijaban al durmiente con pasadores de madera (espigas), tornillos, pernos o clavos.
Anteriormente, el carril en T con alas inferiores se clavaba directamente a los durmientes.
A diferencia de las sujeciones rígidas, las sujeciones elásticas que utilizan clips continúan manteniendo la posición del carril, aunque ceden momentáneamente bajo el efecto de las cargas del tráfico.
Los diferentes tipos de sujeciones elásticas se basan en el uso de una pieza metálica elástica (clip) fijada a la traviesa, que presiona la base del carril contra una almohadilla elastomérica.
Entre los más comunes figuran la sujeción Pandrol, con una particular forma retorcida similar a una letra "e",[39] y la abrazadera Vossloh,[40] con una configuración que recuerda a una letra "M" con los vértices redondeados (ambos dispositivos llevan el nombre de sus empresas fabricantes).
Las sujeciones se fijan a las traviesas mediante tirafondos, apretados utilizando llaves dinamométricas motorizadas: La instalación indirecta consiste en utilizar una placa de metal intermedia, que es la que se fija a la traviesa mediante tirafondos de tracción.
La función del resorte queda asegurada por el uso de una pieza de metal más o menos plana fijada a la traviesa, que presiona el patín del carril.
Es una sujeción cuyo resorte, del mismo tipo que el de la sujeción en "M", no se fija atornillándolo, sino forzándolo a pasar por una argolla fijada a la traviesa.
La deformación elástica a la que queda sometido el resorte asegura tanto su retención en su lugar de instalación como la fijación elástica del carril (el dispositivo para instalar los clips pesa 143 kg).
El clip rápido Pandrol se monta en ángulo recto con respecto al carril.
Debido a su configuración cautiva, debe instalarse en el momento de la fabricación del durmiente de hormigón, para ser posteriormente ajustado al patín del carril en obra.