Jarabe de maíz
Este proceso ha sido el mejor sustituto para aquellas empresas dedicadas a las bebidas ligeras y los comestibles.que la fructosa produce niveles relativamente bajos de la hormona leptina e insulina en comparación a la que produce la glucosa, y por tanto resulta contraproducente decir que esta última sirve para controlar la sensación de saciedad en oposición a la fructosa.Otro aspecto es que al preferirse la fructosa sobre la sacarosa, el nivel de la hormona ghrelina, la hormona encargada de controlar el apetito, se mantiene en niveles superiores en una relación 1:2.Esta deficiencia, por una parte y la superproducción, por otra, se cree es la causa de la obesidad, aunque los estudios se han concentrado en el metabolismo de las personas obesas sin determinarse aún en las personas con un peso normal.Los defensores del jarabe de maíz, por su parte, niegan los efectos que se le han asociado y sostiene que el azúcar así obtenido comparte igual popularidad entre otras tantas formas que se han creado para obtener azúcares a partir de los años setenta, y que en principio las características del producto son muy similares a las formas tradicionales de obtener azúcares, y por tanto no deberían suceder cambios en el metabolismo interno de las personas.