La sillería está jerárquicamente ordenada y siempre se encuentran uno o dos puestos de mayor tamaño y con una decoración más elaborada, que estaban reservados al abad o al obispo.Aunque antes del siglo XI se encuentran menciones sobre bastones que los canónigos o monjes colocaban detrás de ellos para apoyarse discretamente durante los rezos mientras se debía permanecer de pie, es durante este siglo cuando aparece por primera vez en los textos el término "misericordia".No todos los canónigos tenían uno por lo que posiblemente solo se reservaban a los de más edad.Las más notables sillerías de coro que se labraron durante el Renacimiento y el Barroco continuaron la tradición del último periodo gótico.Todas las que ahora se enumeran llevan imaginería en relieve y algunas de ellas tienen verdaderas estatuas en los respaldos acompañándolas siempre variadas labores ornamentales propias del estilo.