Es decir, es el concepto o idea que se asocia a la forma sensible o perceptible (significante) del signo y al objeto que representa (su referente) en todo tipo de comunicación (véase triángulo semiótico).
Definido así, este sería su significado objetivo o significado denotativo, el universal que recoge todo diccionario (por ejemplo, el de lluvia sería "precipitación atmosférica de agua en estado líquido"); pero el significado posee además un componente subjetivo o connotación que no acoge el diccionario y depende de cada persona e incluso grupo, ya que cada una le asigna un valor mental o emotivo al significado (por ejemplo, el de lluvia sería "tristeza" para los occidentales o "alegría" para los árabes que viven en el desierto).
La teoría del significado de Saussure atribuye a todo signo lingüístico dos componentes básicos: el significante y el significado, y posteriormente se le añadió un tercer elemento, el referente (véase triángulo semiótico).
Así a cada constante o variable del lenguaje usado para definir la teoría, le corresponde en el modelo un elemento concreto.
El significante era el sonido de la expresión lingüística (al igual que Sócrates, Saussure no se preocupó demasiado por la palabra escrita).
Además los signos son esencialmente arbitrarios, es decir, no existe normalmente una razón por la cual una determinada expresión designe a cierto objeto.