Este concepto también es conocido por autores e investigadores como tendencia autofavorable, y coloquialmente como sesgo egoísta.
Este último hace referencia a la actitud con la que el individuo afronta el resultado de su propia conducta, como hemos explicado anteriormente.
Cuando alguien muestra causas externas para explicar un mal resultado, se suele denominar auto-handicap.
“ Creemos conveniente hacer una pequeña mención sobre los enfermos por depresión, porque a estos no les afecta ni el sesgo egoísta ni la ilusión de control, ya que no tienen que proteger su autoestima porque ya la tienen muy baja.
Hemos podido concluir que en la administración del desempeño corporativo también tienden a sufrir el sesgo egoísta.
Coleman, Martin:[8] Como vemos, hay un estudio el cual demuestra que las emociones específicas de culpa y repugnancia tienen influencia en el sesgo egoísta.