El servofreno (palabra compuesta por la raíz latina servus, siervo y la palabra freno) o búster[1] se refiere a los mecanismos o sistemas de mecanismos que sirven para minimizar el esfuerzo humano que hay que hacer sobre el mando de freno de un vehículo para frenarlo.
Normalmente en los automóviles el mando del freno suele ser un pedal, que al principio del siglo XX accionaba los frenos mecánicamente a través de palancas y varillas, que obligaba al conductor a hacer un gran esfuerzo con el pie si el vehículo era muy pesado.
Esto motivó el nacimiento de varios sistemas que minimizaban este esfuerzo, como los sistemas de freno hidráulico, neumático y eléctrico permitiendo frenar los vehículos con más comodidad para el conductor.
Ideado en la época de los frenos mecánicos, se trata de un sistema neumático, que aprovecha la depresión o el vacío generado en el colector de admisión del motor de explosión para desmultiplicar el esfuerzo que hace el conductor con su pie sobre el pedal del freno.
El vacío crea una depresión en una cámara que actúa sobre un émbolo contenido dentro de ella, al abrir una válvula cuando se acciona el pedal de freno, la válvula permite el paso de la presión atmosférica al otro lado del émbolo, haciendo que este se desplace.