En países como España se utiliza más motores a gasolina para el uso de GNC (Gas Natural Comprimido), que además de ser económico, daña menos al ecosistema.
El combustible se inyecta pulverizado y mezclado con el gas (habitualmente aire u oxígeno) dentro de un cilindro.
Al llegar al punto de máxima compresión (punto muerto superior o PMS) se hace saltar una chispa, producida por una bujía, que genera la expansión del combustible.
La inercia de este movimiento giratorio hace que el motor no se detenga y que el pistón vuelva a empujar el gas, expulsándolo por la válvula correspondiente, ahora abierta.
La gasolina, la cual se obtiene mediante la destilación fraccionada del petróleo, fue descubierta en 1857.