El gas natural comprimido, más conocido por la sigla GNC, es un combustible para uso vehicular que, por ser económico y ambientalmente más limpio,[1] es considerado una alternativa sustentable para la sustitución de combustibles líquidos.
Los escapes de un gas inflamable fuera de la estructura que lo contiene son peligrosos, pues ese gas podría producir una grave deflagración al entrar en contacto con una llama.
El GNC es esencialmente gas natural almacenado a altas presiones, habitualmente entre 200 y 250 bares, según la normativa de cada país.
[2] Es difícil establecer con claridad las características del GNC existente en el mercado ya que su composición varía en función del yacimiento de donde se extrae y del tratamiento posterior que le da la empresa gasista.
Su amplia difusión se debe en gran parte a la alta disponibilidad del gas natural como recurso natural en el país y los altos precios de los combustibles líquidos.