En 1838, emigró a Francia y se instaló en París, donde desarrolló un interés por la galvanoplastia.[4] Lenoir también estaba interesado en la electrólisis y desarrolló un proceso especial para recubrir pequeños objetos redondos con plata o cobre.El orfebre Charles Christofle se lo compró y le recomendó que lo patentara.Además, las desventajas eran obvias: la máquina tardaba mucho en calentarse antes de poder usarse y era pesada.Asistió a cursos gratuitos en la École Centrale des Arts et Manufactures.[5] Además, los pistones eran expuestos a explosiones por ambos lados, por lo que desarrollaban una muy elevada temperatura.En consecuencia, el motor requería mucho aceite lubricante y un sistema de refrigeración por agua muy eficiente.[8] A menudo se utilizaban en la artesanía y en pequeñas empresas familiares como fábricas de ropa, talleres mecánicos o imprentas.[3] Esto, a su vez, hizo necesario un dispositivo para la preparación de la mezcla, es decir, una forma temprana del carburador.Con este vehículo recorrió la ruta de 18 km desde su taller hasta Joinville-le-Pont y regresó en unas tres horas.Ninguno de los vehículos fue preservado, siendo destruido el hippomobile original durante la guerra franco-prusiana.[3][5] En 1861, Nicolaus Otto hizo construir un motor Lenoir y se dio cuenta de que funcionaría mejor con alcohol.Este fue producido a partir de 1894 por Mignon & Rouart y la Compagnie Parisienne du Gaz.