A comienzos del siglo XVII el fraile franciscano Luis de Bolaños fundó 7 pueblos en los territorios comprendidos entre los ríos Paraguay y Uruguay.
Zabala entró en Asunción y nombró gobernador del Paraguay a Martín de Barúa.
Antequera permaneció un tiempo en Córdoba, y luego se presentó ante la Audiencia de Charcas para pedir protección, pero fue hecho prisionero y enviado a Lima, donde se inició un proceso por su actuación en el Paraguay.
Cuando esta noticia fue conocida en Asunción, los comuneros se alzaron nuevamente y en un encuentro en 1733 en Guayaibity (Pirayú) fue muerto el Gobernador del Paraguay Manuel Agustín de Ruiloba.
Desde Buenos Aires tuvo que venir por segunda vez Bruno Mauricio de Zabala, quien venció a los Comuneros en Tavapy en 1735.