Sede del Instituto del Patrimonio Cultural de España

En altura se desarrolla en cuatro plantas que se manifiestan en la fachada exterior, acusándose sólo dos en el claustro central, dado el retranqueo que tiene la última planta.El aspecto total del edificio lo impone el sistema constructivo del hormigón armado, que tanto en estructura como en cerramientos exteriores queda visto, sin añadidos ni chapados.

Las circulaciones exteriores se resuelven mediante un anillo de circulación rodado que rodea al edificio y un segundo anillo concéntrico sobre el que se desarrollan los aparcamientos de vehículos.

También cabe otro nivel de simbolismo del edificio, se trata de una catedral moderna, consagrada a la conservación del patrimonio histórico español, resuelta con tecnología moderna, pero unida a un sentimiento tradicional de la disciplina, del mismo modo que los arquitectos góticos usaron sistemas repetitivos para lograr sus sublimes y complejos espacios.

En este sentido, el edificio tiene matices clásicos indudables, que unido a su oposición al funcionalismo, lo convierte en un adelantado del posmodernismo, por lo que cabe considerar el edificio como una de las obras más significativas de la arquitectura española contemporánea.

El aspecto ya mencionado del edificio como una "catedral", ha sido aprovechado como escenario y localización de producciones cinematográficas.

Agujas o "espinas" que coronan el inmueble.
Sección de la fachada.
Cúpula del edificio