Sebastián Muñoz

Aunque Antonio Palomino, biógrafo y amigo, afirma que nació en Navalcarnero (Madrid), en aquella localidad no consta la partida de bautismo.

Con las ganancias obtenidas, cuenta Palomino, pasó a Italia,[3]​ donde se le documenta efectivamente a fines de ese año al firmar —como segoviano—[4]​ con Vicente Giner y otros ocho pintores españoles residentes en Roma, una petición dirigida a Carlos II por la que solicitaban la fundación de una academia de pintores españoles en la Ciudad Eterna, para la que proponían como presidente a Francisco de Herrera el Mozo.

Su prestigio y buena fama creció al retratar a la reina y con el Martirio de San Sebastián, expuesto en público con ocasión de la fiesta del Corpus.

Los dos cuadros pertenecieron a la colección del infante Sebastián de Borbón que, tras su confiscación por las simpatías carlistas del infante, pasó al Museo de la Trinidad, donde Cruzada Villaamil hizo un encendido elogio del San Sebastián, considerado la mejor obra de este malogrado artista.

En este museo se conserva, además, un supuesto autorretrato, procedente de las colecciones reales donde figuró ya con esa atribución.

Autorretrato , óleo sobre lienzo, 42,7 x 35 cm, Madrid, Museo Nacional del Prado .
Angélica y Medoro , lápiz negro y tinta a pluma gruesa, 178 x 258 mm, Madrid, Biblioteca Nacional de España .
Exequias de la reina María Luisa de Orleáns (1689), óleo sobre lienzo, 207 x 251 cm, Nueva York, Hispanic Society of America .
Estatua memorial de Sebastián Muñoz en el Parque Histórico de San Sebastián de Navalcarnero