Sebastián Alfonso

Aunque las actas no vuelven a mencionarlo por su nombre, parece que estuvo activo en Jaca hasta 1635, cuando en enero pidió licencia para ir a Zaragoza o en marzo y junio se le dieran dineros por diversos servicios.

[4]​ La actas del cabildo de Zaragoza del 13 de septiembre relatan el examen:[5]​ En Huesca pasó tiempos difíciles, tanto en cuestiones musicales, introduciéndose por primera vez el arpa entre los instrumentos de la catedral —se contrató al arpista Valero Vergara para ello—, como en el social, ya que en 1651 una grave peste asoló la ciudad, diezmando a la catedral, que tuvo que recomponerse una vez pasada la peste y la crisis económica asociada.

[2]​ En 1655 coincidió en Cuenca con el organista Francisco Sáez y su coro contaba con doce infantes.

Pero tres años después se le despide por causas desconocidas y la responsabilidad vuelve al maestro de capilla, «al maestro de capilla se le diga que en adelante enseñe a los infantes todos los días, como tiene obligación, de solfa; y que si no lo hace, tomará el Cabildo forma para que se haga y hará hacer a costa de su salario».

[5]​ Durante su magisterio, Alfonso contó con importantes músicos en La Seo, entre ellos con los organistas Joseph Ximénez, Andrés de Sola, Jerónimo La Torre; el organero Jusepe Sesma; los maestro de infantes Joseph Blanco y Simón Martínez; los cornetas Juan Luis Clamudí, Bruno Falqués y Custodio Agullón; los bajonistas Francisco Lorente y Domingo García; los bajonistas Pedro Fernández y Manuel Lorente; los arpistas Pedro Ferrer, Carlos Escuder, Thomás Forcada, Pablo Forcada y Felipe Roca; además de numerosos sochantres y cantores e infantes.

[2]​ Por las actas del cabildo se conocen enfermedades de Alfonso en 1669, 1677 y 1679, lo que llevó al cabildo a buscar a un sustituto durante las ausencias del maestro.