La imagen del Cristo aparece sentado sobre una base en forma de piedra con la diestra en la mejilla.
En la parte posterior de la piedra que le sirve de base, existe una hornacina destinada a colocar reliquias y la custodia del Santísimo Sacramento.
Su paso destaca por ser el único en la ciudad que no lleva exornos florales.
Antiguamente, la imagen salía el mismo día en la llamada "Procesión de la Sangre".
Se denominaba así porque los disciplinantes, vestidos con túnicas y capirotes, flagelaban sus cuerpos durante el itinerario, haciendo brotar sangre.