Representa a dos esposos acostados en posición para un banquete etrusco.
Esta pieza etrusca, del tipo «sarcófago de los esposos», del que existen diversos ejemplares, fue realizada en Caere hacia el año 520 a. C. Fueron todos descubiertos en la necrópolis de Banditaccia en Cerveteri, en el Lacio, hacia 1850 por el marqués Giampietro Campana.
[1] Este tipo de urna funeraria se adapta a las tradiciones etruscas asociadas a su culto a los muertos: la urna tiene forma de jarrón y una tapa, en la que se realiza una escultura del difunto en posición de banquete, acostado sobre un triclinio, vivo, sonriente, con el codo izquierdo apoyado sobre odres de vino, las piernas arropadas.
[2] La escultura también expone la importancia de la mujer en la sociedad etrusca, traducida aquí en las proporciones y la pose similar a la de su esposo.
El sarcófago es una prueba formal de una estética etrusca particular y original, en la que el simbolismo se impone sobre la estricta representación proporcionada del cuerpo humano: la intimidad de la relación conyugal se traduce en una diferencia de alturas de los cuerpos, que se mantienen próximos, que se funden luego en la parte inferior de la obra, «en un largo arabesco que se va aplanando».