Arcángel (en griego koiné: ἀρχάɣɣελος; en latín: archangelus) es un ángel con un rango superior (prefijo arc, arx o archi —asociado a archon (mandar)—, con el significado de líder o jefe, también primero).
[1][2][3] El término se asocia generalmente con las religiones abrahámicas, aunque está presentes en varias tradiciones religiosas.
[5][6] o ‘ángel principal’[7][8] según la sintaxis del idioma griego,[9] Cabe destacar que el prefijo ἀρχ- indica supremacía, uno de los primeros en su clase o liderazgo ante determinado grupo, por tanto podría traducirse el término como ‘capitán de los ángeles’ o ‘uno de los primeros ángeles’.
Es importante tener en cuenta que el término “arcángel” como todo adjetivo del griego antiguo aplica en plural, dual y singular.
[11] Según el Canon bíblico (excluyendo los libros deuterocanónicos), solo se llama arcángel a Miguel, y Gabriel es un ángel mensajero.
A Rafael se le menciona en el Libro de Tobías, que es deuterocanónico, por lo que es reconocido por las comunidades judías de la Diáspora, por todas las Iglesias ortodoxas y, también, por la Iglesia católica, pero ha sido rechazado por los judíos rabínicos jerosolimitanos y por los cristianos protestantes.
Es decir, este simbolismo indica que Dios utiliza a esos siete espíritus para enviarlos como “su penetrante visión” (Baruc 6:6; Esdras 5:5).
En la Sagrada Escritura es posible encontrar alas cuando se describe a los querubines (con cuatro los ve Ezequiel —1:6—).
Contrariamente a lo que normalmente aparece en la iconografía, los ángeles no poseen alas dado que al ser seres espirituales, no necesitan de un cuerpo ni de sus apéndices (brazos, piernas, etc.).
Agustín (354-430 d. C.) fue el primero en intentar incluirlos al canon bíblico, aunque códices cristianos antiguos ya incluían estos libros como divinamente inspirados, como el códice sinaiticus (330-350 d. C.) y hay testimonios de que algunos eran utilizados como palabra inspirada en las celebraciones litúrgicas mucho antes.
Sólo los arcángeles mencionados en el canon católico reconocido de las escrituras, Miguel, Gabriel y Rafael, fueron considerados lícitos.
La Iglesia ortodoxa generalmente reconoce a los siete arcángeles: Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel, Jegudiel, Sealtiel, y Barachiel.
En este caso, además de los ya mencionados, también representan a Chamuel, Jofiel, y Zadkiel.
Los protestantes solo reconocen tres Arcángeles, Miguel, Gabriel y Rafael, Lucifer era un querubín que se convierte en Satanás después de su caída y pierde su rango de querubín pero mantiene su autoridad sobre el grupo de Ángeles que estaban bajo su mando en el cielo, se les conoce como ángeles caídos.
Los Adventistas del Séptimo Día creen que el Arcángel Miguel es otro nombre que tiene Jesucristo; se lo conocía con este nombre antes de la fundación del mundo, el mismo Jesús, solo que así como se hizo uno con los hombres para redimirlos, así también se podía hacer el Arcángel para dirigir a los ángeles.
El Arcángel Miguel es el Jefe de la hueste angélica; Josué se encontró en presencia del Arcángel Miguel y este, siendo Dios además, recibió la adoración por parte de Josué, (Josué 5:13,14) al contrario de los ángeles y criaturas que no reciben por ningún motivo adoración (véase Apoc. 19:10).
[17] Se considera a Miguel o Adán como padre y patriarca de la raza humana en la tierra.