Vista la particularidad iconográfica del Cristo vestido, imagen muy rara en Occidente pero muy difundida en Oriente, probablemente el crucifijo proviene de esta última área, tal vez del ámbito sirio, dado que viste el colobium,[1] una indumentaria de aquella zona geográfica.
Cansado y desilusionado, se durmió sin haber acabado el trabajo; pero al despertar la habría encontrado milagrosamente terminada por la mano de un ángel.
La leyenda añade que la obra habría aparecido en 742 en una embarcación carente de tripulación, abandonada en el mar Tirreno, hasta que alcanzó la entrada del puerto de Luni.
En el mundo del Arte se conocen estas imágenes como Majestades.
A finales del siglo XIV, en Flandes, una copia de la Faz suscitó veneración y milagros.