Alejandro II (papa)

A la muerte de Nicolás II, hubo un conflicto.

Mientras el partido reformista al interior de la Iglesia, liderado por el cardenal Hildebrando, futuro papa Gregorio VII, aclamó papa a Alejandro II en el sínodo de Letrán, los señores de la campiña romana y los obispos lombardos se dirigieron al emperador Enrique IV, entonces con once de edad, considerando que, según lo establecido en la Constitutio Lotharii y en Privilegium Ottonianum, el emperador tenía derecho a que toda elección papal contara con su aprobación, responden nombrando antipapa al obispo de Parma, Pietro Cadalus que toma el nombre de Honorio II.

[2]​ En 1063, transformó la Reconquista española en una “cruzada” al conceder indulgencia plenaria a los soldados que participaran en la toma de Barbastro.

[3]​[4]​ En 1070 terminada la conquista de Inglaterra realizada por Guillermo el Conquistador envía a los tres legados papales —Juan Minutus, Pedro y Ermenfrido de Sion— quienes coronaron ceremonialmente a Guillermo durante la corte celebrada el Domingo de Pascua, un hecho que se interpreta como el «sello de aprobación» papal a las conquistas del normando.

Después los legados y el rey Guillermo celebraron varios concilios eclesiásticos destinados a reformar y reorganizar la Iglesia de Inglaterra.