Además de la arquitectura popular, destaca en sus construcciones la piedra negra que tanto abunda en Valle Estrecho.
En las peñas que rodean a Santibáñez existen gran cantidad de cuevas, como las del Palomar, los Moros o los Ángeles.
Estas cavidades, algunas visibles desde la carretera, confieren al lugar un aspecto aún más sugerente.
Siguiendo la carretera cuatro kilómetros, en dirección a La Lastra, se encuentra el mirador del Alto de la Varga (1.413 m).
Sus habitantes se han dedicado tradicionalmente a la agricultura y la ganadería, como los demás de la comarca.