Terminó esos estudios en el sorprendete[1] plazo de un año y medio, llegando a dominar el latín.
Allí cursa tres años de filosofía (1908-1911), obteniendo la máxima calificación (meritissimus) en todas las asignaturas.
Responsio quaedam responsionibus “completis et adaequatis” Domini Jacobi Maritain, publicado en la revista Divus Thomas de Friburgo (1936).
[10] Al primero de éstos le contestó Ramírez en otro artículo publicado en la revista Divus Thomas (1936).
Este libro fue profundamente alabado por el arzobispo de Toledo, Enrique Pla y Deniel.
El primero fue Laín Entralgo con un artículo en la revista Cuadernos Hispanoamericanos (1958), el segundo el P. Félix García, O.S.A., con un artículo anónimo titulado Un libro sobre Ortega, y el tercero fue José Luis Aranguren con el opúsculo La ética de Ortega.
A los tres les contesta Ramírez con la obra, escrita en 15 días, ¿Un orteguismo católico?
Diálogo amistoso con tres epígonos de Ortega, españoles, intelectuales y católicos (1958).
[15] Con la convocatoria del Concilio Vaticano II es nombrado miembro de la Comisión Central Preparatoria (1960).
[18] A pesar del mucho trabajo que le supuso la actividad del Concilio, pudo publicar en esta época obras notables: La esencia de la esperanza cristiana (1960), Deberes morales para con la Comunidad Política (1962) y De ordine placita quaedam thomistica (1963).