[1] Según Vicente Lleó Cañal, los vestidos de las santas pintadas por Zurbarán se inspiran en los que solían usarse en la procesiones del Corpus Christi de su época en Sevilla, para conmemorar a dichas santas, y no corresponden a la usanza diaria de su época ni, mucho menos, a la del tiempo en el cual se supone vivieron estas mujeres.
[4] En una sociedad habituada a la lectura de símbolos a veces muy sutiles, ocultos bajo la realidad cotidiana, estas imágenes, aunque de apariencia casi profana, no impedían su utilidad para meditaciones piadosas.
[5] La identidad de la santa representada plantea dudas, puesto que la corona real, la palma del martirio y el libro que lleva el personaje, son atributos comunes a varias mujeres canonizadas.
Según Odile Delenda, el mejor título para esta obra es Santa con palma y corona.
Porta un manto de un hermoso color verde con una orla dorada, con toques amarillentos en los pliegues.