Los cristianos imitaban ya la costumbre de los romanos, que rodeaban con un símbolo luminoso a los dioses y emperadores.
[6] El nimbo también se ha utilizado en animales, en la medida que estos últimos simbolicen a personajes sagrados.
[6] El nimbo crucífero se halla desde el siglo VI, marcado con tres bandas que recuerdan la cruz de Cristo o la Santísima Trinidad, por ejemplo, en las fiolas del Tesoro de Monza) y el nimbo formado por estrellas se aplica a la Virgen María desde el siglo XVI.
En algunas escuelas regionales de pintura se usó en la Edad Media el nimbo poligonal, reservado para personajes del Antiguo Testamento.
Se ha observado que en la iconografía cristiana, el uso del nimbo puede regirse, en parte, por unas reglas no escritas: En la iconografía tántrica del budismo tibetano, el cuerpo de los budas y los bodhisattvas aparece con un doble nimbo: uno en torno a la cabeza (como es usual en el arte cristiano) y otro mayor aureolando el cuerpo sentado sobre la flor de loto.