Eulalia de Barcelona

Según la tradición cristiana, Eulalia fue una niña, educada en el cristianismo, que vivió en las afueras de la ciudad de Barcino (Hispania), en lo que hoy es Sarriá, a finales del siglo III.

Luego fue puesta de pie sobre un brasero ardiendo y le fueron quemados los pechos.

Según la leyenda, durante su crucifixión se produjo una nevada, tapando la pureza de su cuerpo desnudo.

A lo largo de los siglos, otras leyendas y mitos han surgido sobre la santa.

Este, arrepentido, confesó que se había quedado un dedo del pie de la santa como reliquia.

Como histórica patrona de Barcelona, la capital catalana conserva múltiples referencias a santa Eulalia.

A los actos litúrgicos e institucionales, cuya celebración se remonta al siglo XVIII, se han añadido, desde los años 1980, múltiples festejos populares en las calles, que han convertido esta celebración en fiesta mayor de invierno de la ciudad.

Entre ellas, las bautizadas en honor a la patrona, como la Eulàlia, de los Gegantons Vells del Pi, cuyo origen se remonta a 1780,[7]​ o la Gegantona Laia, que reproduce la iconografía de la mártir.

Santa Eulalia por Ricardo Bellver
Martirio de Santa Eulalia de Barcelona