Atormentada por su pasado, la famosa cantante de cabaret Sandra (Rosa Carmina), decide alejarse de todo y contrae matrimonio con Don Miguel Olazabal (Manuel Arvide), un rico terrateniente.
En el "melodrama tropical delirante oroliano", las hermosas rumberas, abocadas a trágicas desdichas por culpa de los hombres, deambulan por escenarios poblados de playas salvajes, tormentas inoportunas, palmeras exuberantes y, en este caso, omnipresentes orquídeas.
La mujer -aquí Rosa Carmina, tercera esposa de Juan Orol – despierta pasiones arrebatadoras entre todos los hombres que la rodean.
La exuberante Rosa Carmina recorre incansablemente los palmerales de Haití, escondiendo su insatisfacción en camas solitarias tras las ventanas abiertas, mientras escucha los tambores africanos y despierta pasiones incontrolables entre los jornaleros de su marido impotente.
Un clip para guardar en la memoria: la secuencia en la que Rosa Carmina baila una sensual rumba ante un conjunto de rudos jornaleros, febriles, inmovilizados por el deseo ante los encantos ”barrocos” de la rumbera.