Juan Bautista de la Concepción

Recuperado a duras penas de su anorexia, mal que le perseguirá durante casi toda su vida, su vocación se fortaleció al pasar por la localidad Santa Teresa de Jesús en 1574 o 1576, quien profetizó a sus padres el futuro del niño.

Elegido provincial, continúa fundando hasta siete casas, algunas importantes, cuales son Salamanca, Baeza, Córdoba, Sevilla y Pamplona.

Escribe para sus monjes numerosas obras ascéticas y un caudaloso Epistolario, en total ocho nutridos tomos de variado contenido, siempre en prosa y de tema moral, teológico o ascético.

Sus obras se conservan manuscritas en ocho volúmenes autógrafos y otro apógrafo en el archivo del convento romano de la San Carlo alle quattro fontane (san Carlino) y permanecieron inéditas durante más de dos siglos hasta que, tras ser beatificado, en 1830 y 1831 se hizo una pésima edición en Roma de los autógrafos.

Con la canonización se incitó una reedición más cuidada de sus Obras completas, que se encomendó a los padres Juan Pujana y Arsenio Llamazares, los cuales la realizaron con ejemplar rigor en cuatro amplios volúmenes (1998–2002).

Colegio-convento de los Trinitarios Descalzos de Alcalá de Henares (1601).
Convento de los Trinitarios, s. XVI, Valdepeñas.