Entró en contacto con los franciscanos; meditó y dejó la carrera jurídica para ingresar en la orden en julio de 1416, haciendo la profesión a Asís.
Predicó también en Alemania, Suecia, Dinamarca, Polonia y Hungría; por todas partes fundó conventos, donde difundió la devoción al nombre de Jesús.
Dio estatutos civiles en once ciudades y fundó numerosa fraternidad laica, siendo uno de los precursores del asociacionismo católico.
Además, escribió dieciocho libros, entre los cuales destacan Dialogus contra Fraticellos, Milagros del Nombre de Jesús o Itinerarium.
Esta opinión fue encontrada herética por Giacomo da Brescia, inquisidor, que lo citó en el tribunal; Jaime no acudió y, después de algunos requerimientos, apeló a la Santa Sede, que no llegó a pronunciarse.