En 1833 Lafone, su esposa, su hermano y su cuñado, Juan Quevedo, se trasladaron a Montevideo.
Según el contrato, Lafone podía adquirir tierras de pastoreo, terrenos en el ejido y en la zona costera; el pago se haría en dinero y con los documentos de crédito que poseía a su favor del Estado.
En Carmelo se estableció una filial denominada Sociedad Agrícola y Filantrópica con un predio de 500 cuadras, instalando a 30 familias.
El Pueblo Victoria tenía 122 manzanas delineadas en 1842 por los agrimensores de la Comisión Topográfica, Gutiérrez y Eguía.
El varadero de La Teja y los terrenos que ocupaba el saladero fueron adquiridos en 1914 por el Estado, ya ruinosos.
Hacia 1841 Lafone era depositario de cuarenta y siete letras del gobierno que importaban 40.124 reís.
Su plan consistía en unir la isla Gorriti con tierra firme, levantando un muelle sobre la Boca Chica.
La compañía propuso al gobierno comprar los derechos sobre la isla por mil quinientos pesos, propuesta que fue aceptada.
Esta práctica ya existía desde 1837 en manos de Francisco Aguilar, quien con su goleta Lobo la usaba para transportar los productos.
Su visión se centraba en el océano Atlántico unido al Río de la Plata.
La sociedad Falkland Island Company presidida por Lafone intervino con sus influencias para que la cabecera de sus actividades comerciales se centrara en la isla Lafonia.
En 1842 Lafone adquirió por mitades, con un posterior reconocimiento del gobierno en 1854, el Establecimiento Balneario de Domingo Gounouilhou.
Este asunto provocó un pleito entre Gounouilhou y Lafone porque ambos se creían con derecho al predio.
Por entonces compró la Barraca del Puerto, que fraccionó en dos partes y las vendió por separado en 1848.
En 1836 el gobierno vendió los terrenos de la futura Rambla Portuaria, predios que Lafone adquirió, fraccionó y negoció.
También tenía estancias en las provincias argentinas de Entre Ríos y Santa Fe en sociedad con su consuegro Thomas Tomkinson.
La provincia de Catamarca en la República Argentina tenía recursos minerales importantes señalados por mineralogistas y comentado por muchos viajeros.
Los minerales se fundían en Santa María, a 35 leguas al norte de las minas.
Sin embargo, se rehabilitó, pero ya no como gran comerciante y financista del gobierno.