Él y los otros conspiradores, John Wilkes Booth, David Herold, Lewis Powell, Michael O'Laughlen y John Surratt, iban a secuestrar a Lincoln y retenerlo a cambio de miles de prisioneros Confederados en Washington D. C. Esto se intentó dos veces, pero fallaron ya que Lincoln no estuvo dónde ellos pensaron que estaría.
En 1869, Arnold, Mudd, y Spangler fueron liberados después de ser indultados por el presidente Andrew Johnson (O'Laughlen había muerto en prisión en 1867).
Después de que Samuel Arnold regresara a casa, vivió tranquilamente fuera del ojo público por más de treinta años.
Está enterrado en Green Mount Cemetery, en Baltimore, Maryland.
El único conspirador que lo sobrevivió fue John Surratt.