Brassicales

Este orden de plantas con flores (angiospermas) es conocido por su diversidad taxonómica, importancia económica, ecológica y evolutiva.

[1]​ Estos compuestos se encuentran en casi todos los miembros del orden y pueden impedir la depredación, por bacterias hasta mamíferos.

Una familia de Brassicales, Koeberliniaceae, no tiene glucosinolatos, aunque otra evidencia la coloca firmemente en ese orden.

Muchas plantas Brassicales son importantes económicamente debido a su uso como alimento, producción de aceites y propósitos ornamentales.

El orden Brassicales ha experimentado una diversificación evolutiva significativa, incluidas duplicaciones completas del genoma que han moldeado la diversidad genética y el potencial adaptativo de sus especies miembro.

Esta historia evolutiva se refleja en las variadas vías bioquímicas e interacciones ecológicas observadas dentro del grupo.

Los glucosinolatos (GSL) son compuestos naturales del metabolismo secundario de las plantas, principalmente presentes en las Brassicas.

[4]​[5]​ Los glucosinolatos desempeñan un papel crucial en la biología, ecología y evolución de las plantas del orden Brassicales.

La capacidad de sintetizar y diversificar las GSL proporciona ventajas adaptativas en diversos nichos ecológicos.

[4]​ Los GSL y sus productos de degradación han suscitado un gran interés por sus posibles beneficios para la salud humana.

[7]​ Las GSL no sólo intervienen en la defensa directa, sino que también desempeñan un papel en la adaptación ambiental y las respuestas al estrés.

van Wyk se incluye en este orden como miembro monotípico de la nueva familia Tiganophytaceae, estrechamente relacionada con Bataceae, Salvadoraceae y Koeberliniaceae.