De pequeño, Salvador iba con su padre a Montjuic cuando se celebraba el Gran Premio y las 24 Horas.Como Cañellas quería pilotar, consiguió que le dejaran una Vespa 125 preparada para la Subida a la Rabassada, la otra clásica barcelonesa.Mientras tanto, había conseguido una Derbi 50, la popular "paleta" (que le había dejado justamente el albañil de su pueblo, Santa Oliva) con la que participó en su primera carrera en circuito en Comarruga, sin éxito: acabó el último.Más tarde, Salvador Cañellas declaró: «Cuando corríamos en circuitos de verdad, las Derbi se rompían con frecuencia.Era un buen resultado y tenía muchas esperanzas puestas en esa carrera, pero sólo duró dos vueltas».[4] Tres semanas antes del Gran Premio de España, Cañellas acudió a una carrera internacional en Nogaro para probar las motos con las que correría en Montjuïc, ganando en 125 y 250 cc.Bultaco presentó su equipo oficial, formado por Cañellas, Ginger Molloy, Tommy Robb y Pedro Álvarez.En palabras del propio Cañellas: «En los entrenamientos me clasifiqué quinto y estaba en primera línea de salida.Luego vino la sorpresa: vi a Read parado y pensé "mira, ya voy segundo".Para mí era un triunfo ficticio, aquellas Yamaha estaban a años luz en todo: potencia, velocidad, frenos, estabilidad...».[4] Al encontrarse sin equipo oficial durante 1969, decidió cambiar a los coches, empezando por construirse un prototipo para correr en subidas de montaña: con un pequeño Goggomobil y un motor de furgoneta DKW (2T tricilíndrico, 1.000 cc y 100 cv) se construyó un artefacto que llamó "Ovni".En Alcañiz tras un percance en la primera vuelta que le relegó a los últimos puestos, logró remontar hasta conseguir el primer puesto también en la última vuelta regalando un grandísimo espectáculo a los testigos de la manga.En Vigo, Venta Cabrera y la última cita del Jarama, dominó por completo las carreras.Con la Derbi 50, Cañellas consiguió podios en Assen, Brno y Úlster, pero en Monza se fracturó la clavícula en una caída.Seis o siete vueltas después ya era segundo, tras Nieto, con las Kreidler oficiales a su rebufo.Nieto tuvo que abandonar a media carrera, y Salvador quedó solo contra las motos alemanas, más potentes, consiguiendo mantenerse enganchado hasta la última vuelta cuando empleó una táctica genial: a la salida del Roseral dejó pasar a Jan de Vries, para empezar la subida detrás de los dos contrincantes y aprovechar así sus rebufos en la recta de Sant Jordi.Logra vencer en la carrera inaugural no puntuable de la temporada, y finaliza tercero en la general tras conseguir tres podios más.Durante los entrenamientos, haciendo pruebas de neumáticos, Cañellas sufrió una violenta caída en la que se fracturó la Apófisis del hueso Atlas).
La
Bultaco
con la que ganó las 24 Horas de Montjuïc en 1969, haciendo equipo con Carlos Rocamora
Salvador Cañellas con el Cordobán (F1430) de SEAT Históricos en la Fórmula Vintage.