Orthoptera

Ensifera Caelifera Los ortópteros (Orthoptera, del antiguo griego ὀρθός, orthós: "recto, derecho", y de πτερόν, pteron: "ala") son insectos paurometábolos, con aparato bucal masticador.

Ya en el Carbonífero y el Pérmico se encuentran restos fósiles de protortópteros, alcanzando su desarrollo en el mesozoico (Protogryllus).

[2]​ La cabeza es por lo general grande y redonda[2]​, a veces cónica (Acrididae), bastante móvil en el protórax, hipognata, con un robusto aparato masticador; los palpos maxilares están constituidos por cinco segmentos, los labiales por tres.

El protórax es siempre más grande que los demás segmentos, y presenta un amplio pronoto que se extiende hacia atrás, a veces excediendo la extremidad del abdomen y se dobla lateralmente hasta cubrir por completo las pleuras protorácicas.

Las antenas no sólo sirven como órgano táctil, sino que también contienen receptores para detectar alimentos.

Sin embargo, unas pocas especies de grillos tienen un hocico chupador que puede extenderse al beber y se guarda en la boca en reposo.

En la parte superior está casi completamente oculto a la vista por el escudo del cuello o pronoto.

A menudo están coloreados y curvados o doblados de alguna manera, lo que varía según la especie.

En los saltamontes espinosos, el escudo del cuello es muy alargado y asume la función protectora de las alas traseras.

El muslo (fémur) suele ser la parte más larga de la pata y está unido a la espinilla (tibia).

A continuación, el saltamontes se lanza y despliega sus alas; el salto puede abarcar unas 10 veces la longitud de su cuerpo.

Cuando un orthoptera entra en el agua, utiliza las patas traseras para nadar, aunque pocas especies lo mantienen durante mucho tiempo.

Las alas posteriores son membranosas, transparentes o coloreadas, amplias debido al desarrollo de la región anal.

Las patas posteriores se encuentran a menudo dotadas de espolones para impedir que resbalen por el sustrato.

El undécimo segmento rodea la apertura anal y presenta el tergito modificado para formar la lámina supranal (epiprocto) mientras que el décimo esternito constituye dos lóbulos laterales (paraproctos).

Se fusionan en un ducto eyaculador, en cuyo tramo inicial desembocan unos canales con función de vesículas seminales y glándulas accesorias.

El macho elabora un espermatóforo de forma, estructura y dimensiones variables: globosa (Ensifera) o tubular (Caelifera).

Los huevos son depositados en montones y sumergidos en una secreción espumosa que solidifica con el aire, formando así una ooteca.

En los Ensifera, el sonido es producido por el frotamiento recíproco de las dos tegminas, donde algunas partes están especializadas para formar el arquito, el plectro y el espejo o tambor, los cuales constituyen el órgano estridulador.

Al aparecer la fase congregans, favorecida por el ambiente, se manifiesta una tasa crítica de natalidad.

Son insectos hemimetábolos (con metamorfosis incompleta) y paurometábolos (las formas jóvenes tienen la misma alimentación que las adultas).

La ninfa rompe el corion del huevo a través de una ampolla cervical que forma una hernia en la parte dorsal entre la cabeza y el pronoto.

Morfología de los ortópteros.
La forma y el tamaño del escudo del cuello es una característica importante para la determinación, aquí el cascabel ( Chorthippus biguttulus ).
Ortóptero del estado de Hidalgo, México, cuyo nombre vulgar es chapulín