[cita requerida] Los pintores Eugène Carrière, George Desvallières, Félix Vallotton, Édouard Vuillard, Adrien Schulz, o el decorador Jansen.
[cita requerida] La elección del otoño como fecha para la exposición obedece a una doble estrategia: por un lado permite a los artistas exponer las pequeñas obras realizadas en exteriores durante el verano y por otro se desmarca de los grandes salones de la época (la Nationale y los Artistes français) que tenían lugar en primavera.
[cita requerida] El Salón de otoño se distingue por su carácter multidisciplinar, albergando pinturas, esculturas, fotografías (a partir de 1904, en el año 1905 no se presentan obras en esta técnica),[10] dibujos, grabados y artes aplicadas entre otros.
[cita requerida] El comité bienal elegido para la administración del Salón se compone de Matisse, Desvallières, Georges Rouault, René Piot (todos ellos antiguos alumnos de Gustave Moreau) así como Louis Vauxcelles y Roger Marx.
[cita requerida] El jurado decide favorecer la originalidad por encima del impresionismo edulcorado y acepta aquellas obras consideradas como experimentales incluso por sus propios autores.
La ubicación de las obras se confía al arquitecto Charles Plumet, quien reproduce más o menos la distribución del año anterior.
[15] Las distintas salas albergan obras de numerosos artistas extranjeros como Alexei von Jawlensky, Kandinsky y Béla Czóbel entre otros.
Pero es evidentemente la sala VII, emplazada por Plumet en el centro de la exposición la que acapara todas las miradas.
[cita requerida] Situada junto al espacio donde se exponen las obras del aduanero Rousseau, en particular « Le lion ayant faim » agrupa las obras de Matisse, Manguin, Derain, Vlaminck, Marquet o Camoin.
[cita requerida] Los pintores Jean Puy, Flandrin, Rouault, Van Dongen, Pierre Girieud, si bien también asimilados por el fauvismo se encuentran en otras salas.
Observaciones: Los nombres de los miembros en el catálogo vienen entre paréntesis, aquí se resalta tal aspecto, en letra cursiva.
[11] La crítica de arte dedicada al salón artístico, por Louis Vauxcelles menciona 18 salas.
En caso no especificar el país de origen se usó: * (asterisco).
[17] En caso de no especificar la sección en la cual participó en alguna obra o en todas se usó: ** (dos asteriscos).
Los nombres de los artistas se conservaron como vienen escritos en el francés del catálogo.
Los nombres en el catálogo vienen entre paréntesis, en la lista, este aspecto se indica con cursiva.
Las técnicas de grabado presentes en la exposición fueron: agua fuerte, agua tinta, lithografía, monotipia, punta seca y una llamada "gypsographie" la plancha es de yeso, la cual se entinta para imprimir en el papel.
Materiales en escultura usados fueron: bronce, cera, mármol, piedra, terra cota, y yeso.
En escultura se usaron figuras de cuerpo entero, busto, torsos, cabeza, medallas, trofeos y tinteros (estos tres últimos fueron clasificados en esa sección).
[11] Con relación a la arquitectura a " lo largo del siglo XX, las tres artes o géneros tradicionales, arquitectura, pintura y escultura, hasta ahora unificadas, durante períodos más o menos largos de tiempo, por el estilo que impera en la época, irán adquiriendo una mayor independencia y autonomía", la pintura y escultura estarán enlazadas en alguna medida.
Los autores de las obras dieron importancia, a la frase:"Donatello chez les fauves..." (en español, Donatello entre fieras...) mencionada al final del apartado, sobre la crítica para la Sala VII en el artículo del periódico Gil Blas o la que menciona Matisse como sucedido, adoptando el distintivo, como etiqueta a sus obras y su grupo.
Primero "solo tres de los seis artistas que agrupaba L'lllustration estaban representados en la famosa Salle VII: Matisse, Derain y Manguin.
[cita requerida] No obstante numerosos detractores reaccionaron con violencia, tanto en la prensa cotidiana (dirigida al gran público convencional) como en la especializada (algunos de cuyos miembros, sabedores del simbolismo que encierra, rechazan con virulencia el ascenso de la nueva generación.
Para otro se trata de charlatanes anarquistas que claman su odio antiburgués.
Del mismo modo Gertrude Stein dice sobre la Femme au chapeau de Matisse: « Los visitantes reían al ver la tela e incluso intentaban rasgarla ».
André Gide escribe así: « Cuando oí gritar delante de Matisse « ¡es una locura!
Al igual que él, Maurice Denis reprocha a los fauvistas un exceso de teoría.
[cita requerida] Rápidamente surge la idea de una manipulación orquestada por los creadores del Salón.
[cita requerida] En efecto, Vauxcelles es el principal autor de la reputación de la exposición, pertenece al jurado que selecciona las obras y conoce las obras y los artistas (ha incluso felicitado[cita requerida] a Matisse por sus investigaciones y su valentía durante la presentación de éste en la galería Barthe-Weill poco tiempo antes) mientras que en su artículo parec[cita requerida] descubrirlos.