Hacía gala de unas mesuradas dimensiones que lo convertían en un vehículo manejable en ciudad y cómodo en carretera.
Adoptaba un amplio portón posterior con mayor superficie acristalada, y unos asientos abatibles que aumentaban de forma sustancial el espacio destinado a la carga.
También contaba con unos nuevos reposabrazos para las plazas traseras, integrados en los mismos laterales de la carrocería.
Los cambios estéticos que recibió para tener el modelo actualizado fueron la incorporación del color amarillo auto en los indicadores de dirección frontales y otros intermitentes laterales con nuevo diseño, más sobresalientes, en las aletas delanteras, además de la introducción del acabado LS que contaba con una calandra diferente que integraba nuevo logotipo de SEAT en color plata.
En septiembre de 1976 se introducen ligeras modificaciones en las dos variantes (básica y LS).
Al mismo tiempo, la luz de retroceso pasa a estar situada en el centro y recibe un nuevo anagrama trasero específico para esta variante.
La segunda serie apareció en 1977 y destacaba por su nueva imagen con los nuevos parachoques, en material plástico en las versiones superiores (a partir del C), y metálicos con las punteras de PVC en la versión básica o L. Los faros seguían siendo los mismos, pero iban montados en posición más baja, mientras que los grupos ópticos posteriores se sobredimensionaban, incorporando la luz de marcha atrás en las variantes más elaboradas.
El salpicadero tenía una buena distribución en todos sus aspectos: en el cuadro de instrumentos, los nuevos mandos con las manetas en colores azul para las luces, verde para los intermitentes y amarillo para los limpia parabrisas dándole un toque más modernista, al igual que la buena situación del cenicero y del encendedor (encendedor solo en los CL), la radio y el altavoz para la misma.
Los asientos, ligeramente envolventes, ofrecían un apoyo aceptable, y el diseño del respaldo era cómodo.
Era una reproducción local del Fiat 127 Scout creado por el carrocero italiano Rayton Fissore.
Existían dos versiones, una totalmente descapotable y otra semirrígida que tuvieron muy buena aceptación.
Al principio la caja era totalmente cuadrada, después se suavizó un poco, sin perder nada de capacidad.
Emelba, dentro del 127 Póker, realizó versiones especiales, como un curioso kit de autocaravana para su furgoneta.
Sería la tercera serie del 127, ya que en un principio se le denominó SEAT 127 Fura, pero al poco tiempo, cuando se rompieron las relaciones con el Grupo Fiat, el modelo pasó a llamarse solamente Fura y ya fue considerado como un modelo distinto.