Fue nombrado por Heródoto como ejemplo de comerciante exitoso, a tal nivel que no había duda que era el más exitoso.[1]Por aquel entonces ese emporio comercial estaba sin explotar, de manera que, a su regreso a la patria, los samios, con el producto de su flete, obtuvieron, que nosotros sepamos positivamente, muchos más beneficios que cualquier otro griego (después, eso sí, del egineta Sóstrato, hijo de Laodamante; pues con este último no puede rivalizar nadie) Heródoto - Los nueve libros de Historia - IV Melpómene - CLII (152).[1]Se han encontrado referencias al nombre de Sóstrato.[3] Además, las vasijas de almacenamiento de arcilla se encuentran en los sitios arqueológicos etruscos del período marcados con las letras eginetas "SO", que pueden haber sido las siglas de Sostratos, y a menudo se supone es la marca con la que se llevan sus productos.[5] Dado lo incompleto de estas marcas, hay la probabilidad que no se refieran al Sóstrato del que habla Heródoto,[6] y esta marca (así como el ancla) puede atestiguar solo la red de parentesco, no el hombre.