Síntesis orgánica en agua

Tradicionalmente las reacciones orgánicas se han desarrollado en disolventes orgánicos (metanol, diclorometano, tolueno, etc.) debido a la insolubilidad de muchos de los reactivos en medio acuoso.

En la naturaleza existen ejemplos de procesos biológicos que tienen lugar en medio acuoso, como las biotransformaciones llevadas a cabo por enzimas, o la fotosíntesis.

La reconsideración del agua, disolvente universal, como disolvente en química orgánica tuvo sus inicios alrededor del año 1980, al comprobarse experimentalmente que las reacciones tipo Diels-Alder aumentaban su velocidad si se realizaban en medio acuoso.

Su recuperación y reutilización son más sencillas si se realiza catálisis bifásica.

En cuanto al producto de la reacción, lo ideal es que sea insoluble o poco soluble en agua para facilitar su recuperación (simplemente por separación de fases, filtración, etc.).