Agua supercrítica

Al aumentar considerablemente la presión y temperatura del agua se alcanza el punto crítico.A pesar de que el agua supercrítica tiene unos valores críticos muy alejados se emplea en numerosas aplicaciones dentro del campo de la Química sostenible (green chemistry, en inglés).La mezcla de la disolución contaminante y oxígeno (aire) en condiciones supercríticas (374 °C y 221 bar) forma una única fase con lo que desaparecen las resistencias a la transferencia de materia.Además como la tensión superficial es nula, el O2 penetra en los poros más pequeños y puede oxidar a cualquier sustancia.El agua supercrítica es miscible tanto con oxígeno como con compuestos orgánicos, con lo que se puede lograr altos coeficientes de destrucción en un tiempo de residencia en el reactor muy corto.Las ventajas a destacar de usar agua supercrítica como disolvente en reacciones orgánicas son: El reactor utilizado para la oxidación en agua supercrítica es un sistema cerrado que no produce emisiones atmosféricas.Estas temperaturas relativamente bajas hacen que en los reactores no se formen óxidos de nitrógeno y se consuma una menor cantidad de combustible.
Diagrama de fases del agua supercrítica