Trastorno facticio infligido a otro

El trastorno facticio infligido a otro[1]​ (DSM-5: 301.51 - factitious disorder imposed on another),[2]​ incluyendo al antiguamente[3]​[4]​ denominado síndrome de Münchhausen por poder, es un trastorno mental del comportamiento que típicamente se manifiesta en personas adultas al cuidado de otras.[9]​ En 1967, el pediatra Sir Roy Meadows, quien fuera luego presidente del Royal College of Paediatrics and Child Health, publicó un documento académico que describía un fenómeno que llamó Síndrome de Munchausen por Poder en su trabajo "The Captive Mother", por el cual le concedieron el premio Donald Paterson de la British Pediatric Association en 1968.[1]​[3]​[4]​ En 2016 las causas del trastorno facticio infligido a otros aún no se conocen con certeza.En las pocas ocasiones en que el padre u otro hombre es el autor primario (estimadas en un 6,7%), no obedece al patrón de «padre dedicado en cuerpo y alma» característico en las mujeres, sino que han sido descritos como pacientes emocionalmente perturbados e inestables mentalmente.[25]​ En la gran mayoría de los casos publicados la paciente y perpetradora era una mujer blanca, si bien no hay información suficiente todavía para asegurar o descartar este posible componente étnico.[22]​ Se han dado casos, poco usuales, en los que el perpetrador resultó ser miembro del personal médico.[12]​ La edad media de los menores cuando se detecta el abuso es de entre 20 y 39,8 meses, pero también se ha descubierto en víctimas más mayores e incluso adolescentes, que pueden asumir su «rol enfermo» y ser manipulados durante años por el paciente para que cooperen en el mismo.Las víctimas suelen presentar secuelas en forma de padecimientos físicos y alteraciones mentales inducidas.[27]​ Generalmente el tratamiento es arduo dadas las dificultades del paciente para reconocer que lo padece y la inexistencia actual de terapias estandarizadas.El soporte del sistema judicial es imperativo para que la víctima esté a salvo y el paciente participe en un programa de tratamiento efectivo.[32]​[33]​ Meadow fue perito en varios casos de acusaciones por presuntos filicidios, en los cuales algunas madres fueron condenadas y encarceladas por asesinar a sus hijos cuando después se pudo comprobar su inocencia.[32]​[35]​ En el año 1999, Sally Clark había sido condenada a cadena perpetua por el asesinato de sus dos hijos, Christopher y Harry.Otras dos madres, Angela Cannings y Donna Anthony, que cumplían condena por el homicidio de sus hijos gracias al testimonio del Dr. Meadow, también fueron liberadas.La Royal Statistical Society desmintió las estadísticas presentadas por Meadow aduciendo que no tenían ninguna base científica.[38]​ En julio de 2005, la justicia londinense declaró culpable al Dr. Roy Meadow por levantar falso testimonio.Ingresando el número «0533803» en la casilla de «GMC Reference Number» van a aparecer los datos del Dr. Samuel Roy Meadow.