Síndrome de Münchhausen
La OMS lo considera «paciente peregrino» –de hospital en hospital– y lo distingue de la «simulación» (ficticio, fingido o falso).Es un trastorno psiquiátrico que se caracteriza por inventar dolencias para asumir el papel de enfermo.Se trata de un síndrome crónico cuyo inicio suele coincidir con una primera hospitalización por una enfermedad física real o un trastorno mental.El paciente suele quejarse de dolores inespecíficos demandando analgésicos, todo lo que se puede asociar a ideación fantástica: trastorno mental que consiste en creer sucesos inverosímiles como realmente sucedidos.En el trastorno facticio citado en el Manual Diagnóstico DSM IV pueden coexistir síntomas psicóticos y obsesivos graves o una combinación de signos y síntomas psicofísicos que no se corresponden con un patrón sindrómico.En general quien padece un trastorno facticio suele ser muy sugestionable, llegando a admitir la existencia de cada síntoma por el que le preguntan.Así el paciente pasa toda su vida intentando ser admitido en hospitales.Es posible que los síntomas aparezcan solo cuando el paciente está frente al médico.Como el paciente tiene una tendencia incontrolada a mentir a los médicos y una conducta errática, muchas veces no se logra diagnosticar y por eso el paciente deambula de hospital en hospital recibiendo distintos tratamientos.[2] Son pacientes muy difíciles, manipuladores, que incumplen los tratamientos hospitalarios, boicotean las pautas y no toman los remedios como se les indica.Discuten todo y desautorizan al personal de salud, generando situaciones disruptivas con los enfermeros.Es frecuente la presencia de peregrinaciones médicas y el deterioro en la relación médico-paciente.El paciente no logra sostener un trabajo ni una relación estable de pareja.[cita requerida] Los datos hasta la fecha demuestran que este trastorno es más frecuente en pacientes mujeres.