Data del siglo XVII y se ha mantenido con contadas lagunas hasta nuestros días.
Una de ellas, la peste bubónica, afectó con especial virulencia a los muchachos (mozos) del pueblo.
Cundió el pánico y se decidió sacar al Santísimo Sacramento en procesión rogativa.
Desde entonces la epidemia remitió y las gentes de aquella época lo achacaron a la rogativa.
Los mozos que sobrevivieron y demás población decidieron conmemorar dicho acontecimiento sacando en procesión la Santa Custodia el tercer domingo de septiembre y celebrando después tres días de "máscaras" en los cuales se disfrazarían para mostrar su alegría.