Los pinchazos eran muy comunes en aquella época, y precisaban que se retirara la rueda, desmontar el neumático, sellar la cámara interior con un parche, volver a montar el neumático y reponer la rueda en su lugar.
La rueda de recambio de los Rambler consiguieron que el motorista pudiera intercambiar la rueda rápidamente y que la rota pudiera ser reparada en un lugar y momento más conveniente.
Esta rueda puede ser idéntica a las que el coche ya tiene equipadas, pero va montada sobre una llanta de acero.
En algunos casos, los automóviles van equipados con neumáticos run-flat, que no precisan una rueda de repuesto.
En automóviles antiguos, es común verlas en el exterior, montadas en los laterales de las aletas delanteras.