En esa época Rubén todavía no se había recibido de maestro.
Unos meses más tarde viajó a Montevideo donde dio los exámenes que le faltaban.
En 1957 asumió el cargo como Director en la escuela N.º 3 de Villa María Isabel (también conocida como Isla Patrulla).
Paradójicamente, el decreto que anunciaba la disolución de las cámaras tuvo como «cortina musical» A Don José.
[2] En su honor se ha denominado «Maestro Rubén Lena» al puente que cruza el río Olimar sobre la ruta 8, en Treinta y Tres.
Ahí se encontraba a menudo con que las canciones no sonaban como propias de su tierra.
No se ató al criollismo sino que compuso temas carnavaleros, sones y serraneras.
Cuenta con una vasta obra; más de ciento ochenta canciones suyas han sido registradas en AGADU.
[8] En el marco del Festival del Reencuentro Democrático, recién salidos de la dictadura, en 1985, con la presencia del entonces Presidente de la República, doctor Julio María Sanguinetti y otros líder políticos partidarios, así como el pueblo de Treinta y Tres, se le hizo un homenaje y reconocimiento, entregándole La Guitarra Olimareña premio que se otorgó por primera vez en aquella ocasión y que siguió entregándose posteriormente año a año.