El relieve es bastante uniforme aunque destacan algunas lomas que superan los 200 m de altitud.
Destaca al oeste el cerro Carraposa (251 m), el punto más alto del término municipal.
Hacia el este, la topografía es más suave, con una morfología casi llana, con pendientes uniformes.
El municipio de Rotglá y Corbera, por estos hechos, ocuparía una posición privilegiada en un paso natural por el cual, los romanos trazarían su Vía Augusta.
El expolio, las violaciones y los asesinatos indiscriminados se sucedieron hasta la derrota definitiva de los franceses.
Esta acción bélica supuso una derrota aplastante para el ejército español que sufrió numerosas bajas, dejando vía libre a los franceses para cruzar el río Júcar sin resistencia ni hostigamientos.
Algunos días después del combate, las tropas napoleónicas todavía volverían a ocupar Játiva que no sería totalmente recuperada por el ejército español hasta el 3 de julio.
[2] Este municipio se formó a mediados del siglo XIX mediante la unión de Rotglá y Corbera.
Después el pueblo vivió la inestabilidad política que precedieron a las Guerras Carlistas, la I República y la Restauración.
Durante la II República Española, Rotglá y Corbera experimentaría una etapa de progreso sin precedentes.
Una figura local a la que no se ha hizo justicia en la memoria colectiva tras la vuelta de la Democracia en 1978.
El monopolio del Estado franquista sobre el Tabaco, centralizó su industria en la Costera y alrededores en el Secadero de Tabaco, construido en 1941, ejemplo claro de arquitectura civil del franquismo en la localidad y que dinamizó enormemente la economía local.
[4] Rotglá y Corbera es una localidad eminentemente agrícola con un suelo destinado a la exportación a través de los almacenes de fruta locales como Vistol y Agrufrut o Morondo Integral Agrícola.
Hasta los años 70 del siglo pasado todavía se podían encontrar granjas de cerdos y pollos en su término municipal, que servían para abastecer a las carnicerías locales.
Dispone también de empresas relacionadas con la construcción, tales como instalaciones eléctricas, pinturas, carpinterías o almacenes de muebles, cerrando el círculo pequeños negocios locales del sector terciario que son, en su totalidad, negocios familiares con una escaso impacto en el mercado laboral local.
En 2003, el descenso de población fija 7 concejales a elegir en lugar de los 9 anteriores, como consecuencia el PSPV-PSOE se queda fuera del ayuntamiento al no obtener representación y el Bloc Nacionalista (BNV) gana las elecciones locales con 3 concejales, aunque sin mayoría absoluta.
En las elecciones de 2015 el PSPV-PSOE se alza como fuerza más votada 28 años después del último alcalde socialista que venció en los comicios locales.
Un pacto PSPV y Compromís (el antiguo BNV que decide concurrir en estas elecciones) con 1 concejal, aporta estabilidad a una alcaldía dominada por la izquierda política.
Los comicios generales del "20D" dan la victoria al Partido Popular con el 31,32 % de los votos, seguido por És el Moment (26,12 %) y el PSOE (25,42 %).
La segunda fuerza política es Compromís que desplaza al PP hasta la tercera posición.
Compromís vuelve a obtener el triunfo local con el 29'79 % del voto válido, el PSPV-PSOE es segunda fuerza con el 24'68 % de las papeletas.
El PP es desplazado y se convierte en tercera fuerza política con solo 13 votos de diferencia respecto Ciudadanos.
Compromís e IPRC optan por no presentarse en 2019, por lo que la alcaldía es para la izquierda, con una amplia mayoría absoluta para los socialistas.