El relieve del municipio es predominantemente llano, salvo al oeste, donde se sitúa una pequeña cadena montañosa, cerca del límite con Estubeny.
El pueblo se alza a 139 metros sobre el nivel del mar.
La población contaba con 44 casas en 1646, medio siglo más tarde de haber quedado casi despoblada por la expulsión de los moriscos (1609).
El terremoto que asoló la comarca en 1743 afectó gravemente a la población.
Como consecuencia de aquella catástrofe se anexionó el pueblo de Torrent del Fenollet que había quedado prácticamente deshabitado.